viernes, 24 de enero de 2014

Prejuicios


Reproduzco dos chistes leídos a Rosa Montero que me parecen verdaderos editoriales sobre los prejuicios:

1º. Un periodista va a hacer una entrevista a un escritor judío en Moscú y se lo encuentra haciendo las maletas apresuradamente; el escritor, muy agitado, le explica al periodista que va a salir del país  esa misma noche, porque se ha enterado de que están a punto de promulgar unas terribles leyes discriminatorias y que van a encarcelar a los judíos y a los arquitectos.
-       ¿Por qué a los arquitectos?, pregunta el periodista.
-       ¿Por qué a los judíos?, pregunta el escritor.

2º. El entrenador del Liverpool viaja a Kabul para ver jugar a un futbolista afgano; impresionado por sus dotes le ofrece un contrato y se lo lleva a Gran Bretaña. Dos semanas más tarde, el joven afgano juega su primer partido en Liverpool; cuando sale al campo, el equipo está perdiendo por 2 a 0. En veinte minutos, el muchacho mete tres goles y le da la vuelta al marcador. Cuando termina el partido, el afgano corre a llamar por teléfono a su madre y le dice:
-       “ Mamá ¿sabes qué? ¡Jugué hoy veinte minutos, metí tres goles y gracias a eso ganamos, todo el mundo me adora, los fans, los periodistas, los compañeros del equipo, todos!”
-       “Estupendo”, le contesta la madre, “déjame que te cuente yo mi día: a tu padre le han pegado un tiro en la calle; tu hermana y yo fuimos asaltadas y a ella estuvieron a punto de violarla, menos mal que pasó un coche de policía; tu hermano se ha unido a una banda de saqueadores y ha incendiado unos edificios, ¡y mientras tanto tú me cuentas que te lo estas pasando en grande!
El chico se queda acongojado y estupefacto.
-       “¿Qué puedo hacer mamá? Lo siento mucho”
-       “¿Que lo sientes? ¿Qué lo sientes?”, vocifera la madre, “Es por tu culpa por lo que nos hemos venido a vivir a Liverpool”

miércoles, 15 de enero de 2014

Hoy, esoterismo: La ley de la atracción


Llevo unos días que estoy impresionada con las cosas que me pasan, son pequeñas tonterías pero me han hecho pensar en si será cierto esto que dicen de “la ley de la atracción”.
Tengo una amiga que practica todo tipo de terapias alternativas, y cada vez que nos vemos me cuenta su nueva teoría. Normalmente no le preso mucha atención, parezco una mala amiga, lo que pasa es que para mi no tienen mucho sentido.
El caso es que el otro día fui a una nueva librería y vi el libro de “El secreto”. ¿Lo conocéis? Mi amiga lleva años hablándome de él y de lo maravilloso que es, aunque ella no practica nada de lo que pone en el libro. El caso es que me lo compré, ya me lo he leído y estoy comprobando si es cierto lo que cuenta.
La cosa consiste en tener el pensamiento e incluso visualizar aquello que deseas, y después dar las gracias por ello. ¿A quién? Pues al Universo, más bien a la energía del Universo. Se supone que la energía de tus pensamientos genera un movimiento que provoca el resultado que deseas.
Así que he decidido probarlo, lo peor que me podría pasar es que no consiga nada, es decir que me quede como estoy.
He empezado por cosas sencillas: lo primero encontrar la puerta de mi garaje libre. Mi garaje está situado en una calle con muy poco aparcamiento, por lo que habitualmente cuando quiero sacar o aparcar el coche me encuentro otro vehículo de alguien que ha ido al bar, al locutorio o que está descargando. Así que me concentro, visualizo la puerta libre, me digo a mi misma que va a estar libre, y… ¡Toma ya! ¡Está libre! Lo he repetido varias veces y siempre está libre.
Puesto que esto me parecía casualidad decidí probar algo más difícil: encontrar aparcamiento en la calle donde vive una de mis tías. Es una calle que  tiene restaurantes, supermercados y un cine todo junto por lo que no encuentras sitio nunca. Un día cuando iba hacia allá empecé a decirme a mi misma que iba a encontrar sitio rápido y en zona azul (para que me saliera un poco más barata la cosa), y… ¡Toma ya! Otra vez había un sitio esperándome, sólo uno y era para mi.
Repetí la prueba, esta vez en día festivo (es más fácil aparcar) pero el sitio tenía que estar delante de la puerta del portal. Mismo ejercicio, visualización, y… Esto es demasiado, me emociono y todo… ¡Un sitio justo en la puerta!
La gota que colmó el vaso fue cuando anoche, justo antes de irme a dormir, se fue la luz en mi edificio. Si no hay luz no puedo realizar todos los preparativos que hago antes de acostarme (manías de cada uno). Esperé pacientemente unos diez minutos tras los cuales, cansada y con ganas de acostarme, dije en voz alta: “Podría volver la luz ya” y, como si hubiese apretado un interruptor, la luz volvió.
La teoría de la ley de la atracción dice que si te mantienes con pensamientos positivos y luego los agradeces, el Universo será siempre complaciente contigo.
Yo empiezo a asustarme del poder que tengo, y aún no sé si me lo creo, pero ahí os dejo lo que me ha sucedido.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Es posible que exista esta energía? ¿Habéis tenido alguna experiencia de este tipo? ¿Y si somos realmente capaces de atraer lo que queremos, por qué no lo hacemos? Dejad algún comentario. Gracias.