miércoles, 10 de junio de 2015

Copiar o no copiar, he ahí el dilema

“No miréis a vuestras compañeras, sentidlas, y repetid los pasos”.
Esto nos dijo nuestro profesor de baile contemporáneo, Michele Manganaro, cuando, ensayando por decimoctava vez, no conseguíamos ir coordinadas.
Esta frase tan sencilla se me quedó grabada, no tanto para hacer bien el baile, sino para aplicarla en otras circunstancias.
Copiar es una palabra que tiene una connotación muy negativa, ser un “copiota” no es algo de lo que nos enorgullezcamos, todo lo contrario, cuando de niños identificamos al “copiota” de la clase, tendemos a aislarlo, no nos gusta.
Curiosamente, en este mundo del coaching, sí se estila eso de copiar: Emilio Duró, por ejemplo, en su conferencia “Optimismo e Ilusión”, nos incita a copiar a aquellos que tienen éxito, de manera que nosotros también lo tengamos.
Lo que pasa es que para quitar la carga negativa del copiar lo llaman modelar.
¿Qué diferencia veo yo entre una y otra? Pues precisamente las palabras de mi profesor: copiar es hacer exactamente lo mismo que la otra persona, pero si el otro tiene un carisma especial y tú no, va a seguir sin salirte igual. Mientras que modelar es copiar lo que hace el otro, pero añadiendo tu enfoque, tu personalidad y tu carisma.

Yo estoy a favor de copiar/modelar, pero no de perder mi esencia. ¿Y tú?

martes, 26 de mayo de 2015

La responsabilidad de los medios.

Esta mañana he oído en una cadena de televisión que Manuela Carmena ha llegado a un acuerdo con en PSOE para ocupar la alcaldía a cambio de ofrecer el puesto de vicealcalde a Antonio Miguel Carmona.
Esta información, que se da sin confirmar la fuente, es engañosa y, cuando menos, superficial sino tendenciosa. Además de que atenta contra los mensajes que están lanzando Podemos y Ciudadanos.
Tanto desde Podemos como desde Ciudadanos están insistiendo en que ha llegado el momento de “hacer política”, de alcanzar acuerdos en base a proyectos y no en función de ecuaciones aritméticas o de reparto de sillas. En el caso de unos lo que esgrimen con mayor firmeza es la atención a los desahucios y a ciertas políticas sociales; en el caso de los otros el énfasis lo ponen en la corrupción y en criterios de interés para los ciudadanos. En ambos casos prima el acuerdo sobre políticas y no sobre repartos.

Los medios de comunicación deberían hacer análisis más profundos de la situación y no mostrarnos a la clase política como a una panda de trapicheros que aprovechan la oportunidad para sacar tajada personal. Que un medio de comunicación de alcance nacional simplifique un acuerdo a la entrega de una silla supone una agresión a los ciudadanos y una falta de rigor que no se debería consentir.

Desde aquí mi más sincera repulsa a este tipo de información ¿Te adhieres?

martes, 5 de mayo de 2015

Pensamiento Analítico

Afirma Mihaly Csikszentmihalyi (uno de los pioneros de la psicología positiva, antiguo director del departamento de psicología de la Universidad de Chicago y padre del concepto “estado de flujo”), que para entrar en ese estado de gozo que nos reporta una actividad sumamente placentera, que nos absorbe, nos motiva y nos invita a demostrar nuestra habilidad, ésta ha de estar regulada y suponer un reto.

En nuestros cursos de formación tratamos de aportar a los asistentes, no sólo conceptos o experiencias que les permita mejorar su nivel de desempeño respecto a la materia impartida, si no aportarles una serie de pautas que les sirvan de referencia para su progresión.

El Pensamiento Analítico es una capacidad para comprender las situaciones y resolver los problemas, a base de separar sus partes constituyentes, meditando sobre ellas de forma lógica y sistemática.
Las personas que poseen esta capacidad pueden:
        Analizar los problemas confeccionando una lista de tareas o actividades.
        Analizar las relaciones entre algunas partes de un problema o situación, estableciendo cadenas causales y prioridades para las tareas en orden a su importancia.
        Ver relaciones múltiples. Reconoce las consecuencias de tomar determinadas decisiones. Generalmente, se anticipa a los obstáculos y piensa sobre los pasos siguientes a dar.
        Hacer análisis complejos. Sistemáticamente separa las diferentes partes que componen un proceso o problema y utiliza varias técnicas para encontrar la solución.
        Realizar planes o análisis muy complejos, utilizando técnicas específicas, aportando varias soluciones a un problema y valorando cada una.

Como puede observarse, los niveles superiores de esta capacidad incluyen el uso de técnicas concretas para mejorar la capacidad de análisis. Y en eso ha consistido nuestro curso: en aportar conocimiento y experiencias que les permitiese a los participantes alcanzar un grado superior en Pensamiento Analítico.

Técnicas
Utilidad
Relacionales
§         diagrama de flujo
§         diagrama de matriz
§         análisis tiempo - coste
Recopilar
información
§     brain storming
§     diagrama de afinidad
§         preguntar por qué cinco veces
§         diagrama de Ishikawa
§         análisis DAFO
Determinar la
raíz de un
problema
§     brain storming
§     6 sombreros para pensar
§         análisis del campo de fuerzas
§         diagrama de Ishikawa
Determinar posibles
soluciones
§     brain storming
§     ideas redondas
§     análisis del espectro
§     6 sombreros para pensar
§         análisis coste – beneficio
§         matriz de prioridades
§         gráfico de Gantt
§         análisis del camino crítico
§         diagrama de árbol
Tomar
decisiones
§     brain storming
§     6 sombreros para pensar
§     grupo nominal
§     decisiones contingentes
§     ideas redondas

Todas estas herramientas, junto a la metodología de Kepner Tregoe para el análisis de problemas y la toma de decisiones, se aplican según un proceso formal que es necesario respetar si se pretende que den el máximo resultado por ello, el curso, no se limita a explicar los pasos a dar, sino que pone a los participantes ante diferentes circunstancias en las que tienen que elegir cual es la herramienta más adecuada en ese momento y cómo hay que utilizarla.

Estas técnicas permiten mejorar la profundidad de los análisis en cualquier aspecto de la actividad profesional aportando, a quienes las utilizan, una ventaja que se hace visible en los resultados obtenidos. Además constituyen una vía rápida y eficaz para mejorar nuestra agenda y gestionar el tiempo.

viernes, 24 de abril de 2015

Construye una catedral



Hace unos días vi a un amigo, con el que suelo tener mucho trato, pero que hacía tiempo que no veía. Cuando le pregunté que qué le había pasado su respuesta fue: “Este trabajo me tiene hecho polvo, no me gusta nada y me quiero ir”.

No lo puede dejar así como así, todos sabemos cómo está la situación actualmente. Sin embargo sí que puede cambiar una cosa, y eso es lo que le recomendé: “Cambia la actitud con la que vas a trabaja”. Y me vino a la cabeza esta historia que me contaron una vez:

“Corría el siglo XII y cientos de obreros estaban construyendo la catedral de Chartres en Francia. Era un día de verano y el calor era abrasador. Las obras eran lentas, el trabajo muy duro, los canteros daban allí mismo forma a cada piedra para luego ser elevadas con gran esfuerzo a su lugar de destino.
Un viajero que pasaba por allí se acercó para buscar una sombra y de paso ver las obras. Vio cómo trabajaban los obreros, sudorosos, extenuados y llevado por la curiosidad preguntó a uno.
-¿Qué está haciendo usted, buen hombre?
-Pues ya lo ve, picando esta enorme piedra bajo este sol infernal y así un día tras otro, un mes tras otro, una año tras otro.
Siguió caminando y vio a otro obrero subido en un andamio que estaba colocando las pesadas piedras para hacer un muro. Y le preguntó lo mismo.
-¿Qué está haciendo usted, buen hombre?
-¿Es que no lo ve? Pues levantando este interminable muro que no veré acabar porque me moriré antes de que se acabe.
Al viajero preguntón se le quitaron de golpe las ganas de preguntar, se cayó, descansó un poco a la sombra y al proseguir su camino bajo aquel sol abrasador vio otro obrero picando piedra que le caían chorros de sudor por la frente pero silbaba, estaba contento e irradiaba alegría, y llevado por la curiosidad ante tanta fiesta consigo mismo se atrevió a preguntar por tercera vez.
-¿Qué está haciendo usted, buen hombre?
-¡Estoy construyendo una catedral!
Y siguió picando piedra alegremente como si quisiera acabarla él solo ese mismo día”.

A mi amigo se le escapó una sonrisa al oír esta historia, y entre los dos buscamos qué cosas de su trabajo podrían “construir una catedral”.

lunes, 30 de marzo de 2015

Los recortes en Educación.

Esta semana pasada oí decir al ministro de Interior que “contra más seguridad, más libertad”. Al principio pensé que era una broma, un chiste, del ministro que enfrentaba “seguridad” a “libertad” para hacer hincapié en que no son términos antagónicos, pese a lo que se pueda pensar.
Sin embargo pronto cambié de opinión al darme cuenta de lo que realmente quería haber puesto en palabras nuestro político era que “cuanta más seguridad, más libertad”, es decir, afirmar que seguridad y libertad son términos correlativos y que el incremento del primero trae como consecuencia lógica el del segundo (argumento que no me parece ni tan sólido ni tan divertido como me había imaginado con la primera interpretación dada).
Cambié de opinión porque ese mismo día acudí a una conferencia sobre Nietsche que impartía un profesor de filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid. Allí, entre hermenéutica, epistemología y tautologías, nuestro profesor aseguró que: Sin en cambio Nietsche …
¡Algo está pasando! Si un ministro dice “contra” por “cuanto” y un profesor de filosofía utiliza “sin en cambio” en lugar de “sin embargo”, debemos preocuparnos.
Más aceptado, pero no por eso más correcto, está el uso de “detrás mío”, que se lo he oído a locutores de televisión, cuando lo que hay delante o detrás raramente es suyo, simplemente esta delante o detrás de él  o de ella.
Durante unos días he estado prestando atención a la forma que tenemos de hablar y he encontrado que algunos compañeros de trabajo, supuestamente personas cultas, utilizan frases hechas como: “me tenía entre la espalda y la pared”, “no hay que ponerse la piel antes de cazar la gallina” o “a perro flaco todo le parecen salchichas”

Las cosas que se oyen en los programas de televisión, donde los protagonistas son personas populares, no las vamos a citar pues no terminaríamos este artículo. En cualquier caso todo esto se solucionaría con un poco mas de interés por la educación y en concreto por la enseñanza de las humanidades, pero para eso parece que vamos a tener que esperar.

martes, 3 de marzo de 2015

ESCÁNDALOS.


Hace unos años realizábamos unos cursos de negociación donde los asistentes tenían que asumir el rol de mandatarios de diferentes países para intercambiarse sus productos y conseguir economías equilibradas. Al principio del curso se repartían materias primas, productos elaborados, capacidad logística, ofertas de servicios, y además se les decía a los participantes que no todos los países mantenían relaciones con todos por lo que si querían algo de un país con el que no mantenían relaciones comerciales tenían que conseguirlo a través de otro que fuese amigo de ambos.
Cada país sabía qué tipo de productos o servicios tenía el resto, aunque no la cantidad disponible ni el precio. Lo que no sabían es que también disponían de “escándalos”. Cada participante recibía una serie de informaciones escandalosas sobre temas económicos, sexuales, éticos, que ponía en tela de juicio la honorabilidad de los mandatarios implicados, indicándole que ese escándalo era conocido sólo por él y que lo podría utilizar en la negociación en caso de que lo creyese conveniente.
La negociación se iniciaba tratando de buscar al mejor postor sobre el objeto ofertado y de encontrar la mejor opción sobre aquello que se necesitaba.
Al final de la primera ronda (que representaba un año económico), se hacía una evaluación de los resultados y se volvía a repetir el ejercicio una o dos veces más. Al final se hacía un análisis del ejercicio viendo cómo había influido la capacidad para mantenerse firme en un precio, la potencia económica del país en cuestión, el tiempo disponible para cada negociación, la capacidad para buscar contraprestaciones de interés para la otra parte, el esfuerzo realizado por encontrar fórmulas de colaboración más que de competir por precios, respeto a la palabra dada y una serie de cosas más.
Esto ocurría cuando no se utilizaban los escándalos (cosa que sucedía algunas veces), porque cuando alguno de los participantes se le ocurría utilizar un escándalo en la negociación, se abría la caja de Pandora y todos comenzaban a sacar los suyos (ellos no sabían que todos tenían escándalos sobre los demás), con lo cual el curso se convertía en una tormenta de acusaciones, justificaciones y pérdida de control.
El monitor tenía que ser hábil para retomar el tema, sacar las conclusiones correspondientes y volver a reiniciar el curso.
La vida misma.

domingo, 15 de febrero de 2015

CAMBIEN DE AGENCIA DE COMUNICACIÓN


Esta es una recomendación para los partidos políticos: Cambien su agencia de comunicación porque la que tienen ahora no les diferencia del resto de los partidos.
En el ámbito profesional trabajamos la comunicación para aportar asertividad a las relaciones, mejorar los estilos de liderazgo, conseguir buenos acuerdos, fomentar el compromiso con la marca y varias cosas más. Tratamos de adecuar los mensajes al objetivo pretendido y al contexto en el que se produce y nunca se nos ha ocurrido pensar que una misma “coletilla” sirva para todo.
No parece que esto funcione así en el ámbito político pues la única respuesta que se les ocurre ante las acusaciones de corrupción es negar la mayor: “Yo no sé nada”; y, en caso de que se insista la respuesta es: “Pues anda que tú”. Este tipo de respuesta es la recomendación que se da a las parejas infieles para utilizar cuando el cónyuge les pueda descubrir en la cama con otra persona: “Niega la evidencia que siempre quedará la duda”. Respuesta que no es recomendable para los políticos porque las situaciones no son las mismas y, por tanto, no se justifica que siempre se actúe igual.
Por poco honorable que sea:
-    - No es lo mismo que se extorsione a un empresario después de haberle concedido un trabajo, exigiéndole una comisión bajo amenazas, que pedir una comisión a cambio de un trato de favor en una adjudicación, máxime si el trato de favor se consigue por haber mediado ante un amigo que consigue una concesión en un país extranjero.
-        - No es lo mismo quedarse con un dinero que iba destinado a la formación y que acaba en el bolsillo de alguien que ni siquiera ha hecho un curso, que favorecer las subvenciones de desempleo o jubilar anticipadamente a personas que aún no están en la situación correspondiente.
-       - No es lo mismo no declarar a Hacienda los ingresos de un trabajo legalmente realizado, que generar ingresos por facturas falsas que, por supuesto, no se van a declarar.
No den ustedes la misma explicación para todo. Hasta Podemos que parecía haber contratado a otra Agencia de Comunicación, está cayendo en los mismos mensajes manidos y nada creíbles. Traten de explicar lo que ha pasado, excúlpense, introduzcan todos los condicionantes que consideren oportunos, pero, por favor, no nos digan que no saben qué hacía ese señor o esa señora con usted en la cama.

viernes, 30 de enero de 2015

Vendedores que no quieren vender.


Para vender es necesario tener empatía con el cliente, saber lo que quiere y entusiasmarse con su compra.
Varias veces he oído a jóvenes comerciales decir que ellos tienen que creer en lo que venden, porque no se sienten capaces de engañar a la gente si ellos mismos no están convencidos de su producto. Cuando oigo ese tipo de comentario apunto que lo que tienen que hacer es que el comprador crea en el producto, no ellos. La gente compra de todo, compramos de todo: objetos de marca, objetos falsificados, crecepelo con placenta, pelo natural postizo, perfumes que llevan caca de gato, coches que van a una velocidad a la cual no se pude circular, lámparas rotas o cajas de galletas oxidadas que compramos como objetos “vintage”. Da igual que al comercial le guste o no lo que vende, de hecho el producto tendría que ser algo indiferente para un buen comercial, lo que tiene que hacer es que a quien manifiesta deseo de poseer “eso” se le entusiasme para que lo compre.
Esto tiene que ver con el lenguaje que se utiliza y con la capacidad para crear una buena relación con el cliente. Estos días de compras azarosas he oído a vendedores frases como éstas:
-       A una señora en un centro de belleza: “Tengo una crema ideal para usted, como tiene la cara tan velluda”
-       En una zapatería a la que entra un  joven preguntado por unas zapatillas que había visto en el escaparate: “¿Unas que eran horrorosas?, sí, sí, las tenemos en el almacén porque las hemos quitado del escaparate”
-       A una chica que se probaba unos pantalones vaqueros y decía que le hacían arrugas en el trasero: “Es que con el tipo que tiene ¿qué quiere?”
-       A una pareja con aspecto peculiar que pregunta si tienen camisetas: “¿Para gente como vosotros?, aquí no vais a encontrar nada”.
Y es que hay vendedores que no quieren vender.

Si tienes alguna anécdota parecida compártela y ayúdanos a hacer un recopilatorio de situaciones provocadas por vendedores que no quieren vender.

jueves, 15 de enero de 2015

LA VIDA COMO UN JUEGO

Esto de tener hijos te cambia la vida, pero no tanto por el hecho de no poder salir por las noches o no poder viajar, sino porque los niños te replantean toda tu escala de valores, tus hábitos y tus costumbres.
Ya sabemos que a cierta edad empiezan con el típico “¿por qué, y por qué, y por qué?” pero cuando se hacen un poco mayores y empiezan a preguntarte “¿para qué?”, ese para qué es mortal.
Añadido a esto, en mi caso particular, he tenido la suerte de crear a un ser completamente diferente a mi. Es una personita muy, pero que muy kinestésica, por lo que ve la vida con otro prisma, completamente distinto al mío. Esto hace que no solo me pregunte para qué hago esto o para qué hago lo otro, si no que su manera de hacer las cosas me desconcierta a pesar de que podamos llegar al mismo resultado.
Así que, desde hace unos meses, bueno, desde que la cantidad de deberes que le mandan hace más difícil nuestra relación, me estoy planteando:
-          Por qué tengo que “obligarla” a hacer las cosas como a mi me enseñaron, que es: sentada, recta y concentrada, sin levantarse de la silla hasta que haya terminado la tarea;
-          Y para qué le sirve hacer las cosas de esa manera, si lo único que nos genera es conflicto y al final no termina los ejercicios.
Solicité ayuda a sus profesoras a ver si ellas me podían orientar sobre cómo afrontar los deberes de otro modo, pero no encontré más solución que la que me inculcaron a mi: “la niña tiene que aprender a ser responsable, dejar de jugar y centrarse en la tarea”. Pero no me convencieron, así que lo comenté con mi familia y me sorprendieron sus respuestas:
-          Uno me dijo: “yo no he realizado ningún trabajo, ni aun siendo de responsabilidad, que no me lo tomara como un juego”;
-          Otra me dijo: “Como dice Mary Poppins: todo trabajo tiene algo divertido, y si encuentras ese algo se convierte en un juego”.
Empecé a aplicar esto y funciona increíblemente bien. La relación con mi hija ha mejorado mucho y además nos lo pasamos bien. Ha sido tanto el cambio que cuando voy a buscarla al colegio sale diciendo “Tengo deberes, ¡bien!”.
Mi aprendizaje de todo esto, y que es lo que quiero compartir con vosotros, es que: en la sociedad actual nos han convencido de que el bienestar o la felicidad consiste en tener, sin embargo, lo que a mi me ha enseñado mi hija es que el bienestar y la felicidad consiste en divertirse.

Si todos aprendiésemos a jugar con las circunstancias que estamos viviendo, todo nos resultaría más divertido, liviano y el resultado final podría ser incluso mejor.